El 39% de los hogares mexicanos son encabezados por mujeres, un avance con respecto a la década de los 70, cuando apenas una de cada 10 familias eran encabezadas por la madre, según un estudio del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
“Este incremento significa que en la actualidad las madres mexicanas cuentan con mayor autonomía, independencia e influencia en la vida pública. Demuestra su capacidad de gestión, administración y solvencia económica para mantener a quienes de ellas dependen. La dinámica de la manutención y de la economía familiar funciona debido a estas directoras y conductoras del hogar”, señala María de Jesús López Amador, miembro del IIEc.
Los estados que concentran el mayor número de familias comandadas por mujeres son además del Distrito Federal, Morelos, Veracruz, Baja California, Guerrero y Colima.
Más del 60% de las jefas de familia laboran en el sector servicios: en el área social, como educadoras y enfermeras; en la administración pública, en el sector financiero, comercio, y en trabajos personales como consultoras, asesoras y vendedoras por casa, además de los empleos informales.
La categoría ‘jefatura de hogar’ se refiere a la persona que mantiene económicamente a la familia. Siete de cada 10 mujeres con esa responsabilidad cuentan con una plaza laboral, formal o informal. De sus ingresos dependen, en promedio, entre tres y cinco personas, como hijos y personas de la tercera edad.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (INEGI), el promedio de ingresos nacional en zonas urbanas era de 8,500 pesos, superado por las familias encabezadas por hombres, hasta llegar a 10,000 pesos. Los núcleos dirigidos por mujeres alcanzaron retribuciones de entre 6,000 y 6,500 pesos. En el medio rural, el promedio es de 4,500 en el primer caso, y de 3,000 a 3,500 para el segundo.
Del total de hogares con jefatura femenina, cerca del 50% está en condiciones de vulnerabilidad.
La Encuesta del Uso del Tiempo del INEGI arroja que los jefes de hogar dedican, en promedio, 53 horas a la semana al trabajo productivo, y 12 a labores domésticas. Mientras que las mujeres ocupan entre 40 y 45 horas a la semana a sus actividades económicas, y más de 20 a las de casa.
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