Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) son el motor de la economía mexicana, sin embargo, por mala gestión financiera 80% de ellasfracasa antes de los cinco años y, del resto, 90% lo hacen antes de cumplir una década, según un análisis de la firma internacional Salles Sainz Grant Thornton.

Mario Rizo, socio de esa consultora, asegura que la falta de liquidez en las Pymes es un factor determinante para que la aportación de este sector al Producto Interno Bruto (PIB) de México, se redujera de 52% a 34% en sólo una década.

“El 70% de las pequeñas y medias empresas carecen de apoyo financiero, y si lo tienen es de crédito revolvente, es decir, para capital de trabajo, y menos del 2% de ese apoyo se emplea para investigación y desarrollo, lo que impide la permanencia y crecimiento de la firma”, afirma Rizo.

El análisis de Grant Thornton refiere que los principales problemas detectados en las Pymes mexicanas son: falta de experiencia (79%), escasez de capital (99%), excesivas inversiones en activos fijos (58%) y el escaso uso de sistemas de información confiable (59%).

En términos de gestión, su ‘talón de Aquiles’ se ubica en la mala selección de personal (15%); graves errores en la fijación de estrategias (46%); falta de ausencia de planes alternativos (38%); resistencia al cambio (28%); excesiva centralización de toma de decisiones (42%); mala operación de fondos (96%), y problemas en la selección de socios (6%).

Para la Pyme, un problema es la profesionalización y capacitación de sus recursos humanos. “La misma empresa se autolimita y tiene visión de corto plazo”, opina Rafael Castillo, director de la Incubadora de Alta Tecnología y Aceleración de Empresas del Tecnológico de Monterrey, Santa Fe. Una alternativa, agrega, es recurrir a servicios de consultoría externa para tener otro punto de vista sobre sus procesos, detectar errores y ver más mercados, entre otras actividades.

En opinión de Rizo, estas unidades de negocio no contratan una consultoría por considerar que los ingresos corporativos no se los permite. La recomendación, en ese caso, es encontrar asesores cuyos honorarios estén basados en los resultados que obtenga la empresa.

El experto comenta que las consultoras se enfocan a una sola área de negocios, lo que encarece el servicio y limita el crecimiento de la compañía. Lo importante al contratar este tipo de asesoría es que ésta incluya, de principio, tres elementos clave: infraestructura, toma de decisiones y factor humano; con estos aspectos se generan cambios cuantificables y significativos en la empresa.

Para Marco Antonio Aguilar González, especialista de la División de Negocios de la Universidad del Valle de México (UVM), otra opción es recurrir a las incubadoras establecidas por instituciones académicas. “Ahí te dan uno a dos años de asesoría, se analiza el negocio y se les dice cómo conformarlo mejor “, explica.

Miguel Estrada Guzmán, especialista del Área Académica de Dirección de Operaciones del IPADE, indica que en el proceso de profesionalización es importante que los dueños entiendan el papel de innovación. La pregunta es ¿cuánto tiempo tienes en tu agenda de director para buscar un nuevo proceso y otra forma de dirigir?

Desde ahí parte la necesidad de que los directores sepan cómo mejorar su gestión. El académico detalla: “Hay que dedicar tiempo a ver hacía dónde vas cómo empresa y cómo lo lograrás”.

“Es necesario que las Pymes se profesionalicen y tengan claro cómo ser sujetos de crédito y cómo acceder a diferentes fuentes de financiamiento, no sólo al crédito comercial, que representa menos del 1% del PIB en México”, finalizó.


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