En una sociedad dinámica y siempre más frenética, es fácil comprender porque el comercio electrónico se ha posicionado con auge en nuestros hábitos y porque adquiera crecientes cuotas del mercado global. Sin embargo sería esta la raíz de una reflexión estéril, cabe la expresión, si no consideramos el breve espacio temporal en el que se ha desarrollado el vehículo de este sistema de compra: la web.


Sin diluirnos en la materia, es necesario analizar que desde los tiempos de la revolución industrial el progreso del comercio tradicional seguía, de paso, a los tiempos de la producción de los bienes. Si consideramos esto (plasmado en casi 300 años de historia)  y por ende la lenta evolución que como consecuencia ha vivido el comercio tradicional, es fácil entender porque la sobreproducción de  bienes que hoy en día inunda el mercado global exige nuevos canales de venta (individual B2C y masivos B2B). Cierro esta breve premisa histórica con la reflexión que nos apremia: tanto el desarrollo de la web, como la evolución de la tecnología relacionada y no menos la implementación del sistema de compra en argumento, cubren apenas 15 de los 300 años antes analizados. Entonces: ¿dónde nos llevaran los próximos 15 años?


Es indudable que el comercio electrónico nunca podrá remplazar totalmente el comercio tradicional. Es imposible imaginar un francés que no salga a comprar el pan y regrese con una baguette bajo el brazo o una dama que no pruebe 50 pares de zapatos en un negocio, ante la admiración primero y la desesperación después del caballero que eventualmente la acompañe. Sin embargo es cierto que si en las estadísticas http://bit.ly/vvRvkW analizamos la evolución del comercio electrónico, notamos implacable su vertiginoso ascenso, tan solo en la primera década de vida real de este sistema de compra. Es por ello que inclusive los gurú del marketing estudian hoy en día la influencia de este medio en los patrones de compra del consumidor. Todo esto sin embargo no es suficiente para vislumbrar el gran potencial de crecimiento del comercio electrónico en el próximo futuro. Para ello se requieren proyecciones basadas sobre estudios y estadísticas, sin embargo la intuición del hombre prevale sobre la razón y los elementos analizados son tales como para dar el correcto input a quien sea receptivo en tal sentido. De hecho el proliferar de plataformas consolidadas en el mercado, tanto B2C como B2B, es un indicador tangible de la importancia de este sistema, colocando a la disposición de los empresarios y comerciantes soluciones completas y versátiles que colmen sus exigencias, sin recurrir a grandes inversiones para el desarrollo de una plataforma E-Commerce propia.


Es necesario para los empresarios y comerciantes entender que no hay que esperar el futuro para servirse de este medio (si este futuro puede formar parte de su presente) e incursionar de esta forma en nuevos mercados para así ampliar su cartera de clientes, antes de encontrar el mercado-web ya saturado de sus rubros…


Nicolas Friscia


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