Las computadoras han sido utilizadas en las organizaciones desde la Segunda Guerra Mundial. Su uso se ha intensificado tanto y cambió de carácter en las últimas décadas. Para una empresa típica, totalmente cincuenta por ciento de su inversión de capital entra en los ordenadores y equipos de telecomunicaciones.

Mientras que las primeras computadoras se utilizaban principalmente para funciones de matemáticas y contabilidad y ahora se utilizan para una serie de actividades mucho más amplia, incluyendo el control de procesos, desarrollo de nuevos productos, las diversas formas de la comunicación organizacional y el comercio electrónico.

Las organizaciones se digitalizan para poder ser competitivas, usan la tecnología en cualquier área de la empresa para poder mejorarla y ofrecer productos o servicios con una mayor calidad, para crear una buena imagen y reputación de la organización y sobre todo para reducir costos, obteniendo mayores utilidades.

Cuando la organización ha podido “digitalizarse” y usa la tecnología como una herramienta para alcanzar sus objetivos, el uso de estas tecnologías lleva consigo una gran responsabilidad y no solamente interna, sino también externa, con la sociedad y el entorno con el que interactúa.

Las personas hoy en día entran al mundo digital por medio de las computadoras conectadas a internet, cuando estas tecnologías dejaron de ser un lujo y se convirtieron en una herramienta de trabajo o incluso en una necesidad para interactuar con el mundo como medio de comunicación y empezó a formar parte de nuestra vida y nuestra cultura, surgió así la cultura digital.

Mark Deuze definió a la cultura digital como un conjunto de valores, reglas y prácticas compartidas por un grupo o grupos de personas respecto a la interacción dentro de la sociedad moderna por medio de la tecnología.

Para una persona, interactuar con la información puesta en la internet, en los diferentes servidores y la forma en cómo se maneja dicha información depende de la ética de cada persona, al ocupar esa “propiedad intelectual”.

Por ejemplo, una persona que conjunta información de varios documentos puestos en la internet, y los cita o da la importancia que se merece el autor de dicha información, es una persona que tiene ética, valores y principios bien fundamentados. Al contrario de una persona que adquiere ilegalmente propiedad intelectual ajena, no hay ética, no hay reglas que seguir pensando que todo lo que está puesto ahí, es gratis, y eso es parte de la cultura digital.

Y quizás para realizar un trabajo escolar o un documento de investigación no hay tanto problema, pero una organización que adquiere propiedad intelectual ajena, comete actos delictivos y tendrá problemas legales a futuro, la forma en cómo se maneje la información organizacional es importante y más aun en un medio de comunicación tan masivo e importante como lo es el internet.


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